LA MUJER
MUSULMANA
Una musulmana hace señas a un taxi neoyorquino para que pare.
Toda
vez adentro del taxi, le pide al taxista que apague la radio porque
ella no puede oír música occidental debido a su religión.
“En
la época del Profeta no había música como esa y mucho menos radio”,
comentó la musulmana. “La música occidental es de los infieles y yo no
puedo oírla”.
El
taxista apaga la radio, en el primer semáforo en rojo, detiene el auto,
sale del mismo y con amabilidad abre la puerta trasera.
La mujer se sorprende y pregunta un tanto enojada: “¿Qué pasa? Todavía no hemos llegado a mi destino”.



